Los mas jóvenes han tomado la calle a la hora del vermut.
La villa de Cuéllar celebra hoy la fiesta de su patrón, San Miguel, con la solemnidad de siempre, empezando por el pasacalles que como es tradicional ha realizado la banda municipal de música por las calles de la villa desde primeras horas de la mañana. Unas calles que esta mañana festiva estaban prácticamente desiertas y que se han comenzado a poblar de gente al mediodía, para presenciarel denominado encierrillo de San Miguel y la suelta de vaquillas.
La de rosa fucsia dando color a la fiesta.
La jornada ha continuado con la celebración de la misa tradicional en honor al patrón en la iglesia parroquial de San Miguel, y una vez finalizada la misa, se ha celebrado el tradicional encierrillo, con la suelta de vaquillas desde la plaza de toros hasta los paseos de San Francisco, un encierrillo para los mas jóvenes que ha transcurrido a toda velocidad y con escasa afluencia de corredores. Hasta tal punto que no ha habido ni sustos y las reses han vuelto a la plaza de toros en apenas minutos, dando por finalizado el encierro.
La charanga Flau y Cia animando el tapeo.
La fiesta pequeña de Cuéllar finaliza en una jornada con un sol radiante y tiene su principal atractivo en la celebración del tradicional concurso de tapas de San Miguel, un certamen que vive la última de sus jornadas y en el que participan mas de una veintena de bares de la localidad, con una mas que completa y variada oferta gastronómica. Y después del encierrillo, los mas jóvenes han tomado la calle, acompañados de la música de la charanga Flau y Cia, que ha animado el ambiente en la calles céntricas de la villa, a la hora del vermut.
La soledad del corredor de fondo.
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