Pagos de Peñafiel.
La bodega ‘Pagos de Peñafiel’ está situada en un enclave privilegiado de la Ribera del Duero que ofrece a los visitantes unas excelentes vistas de la localidad vallisoletana y del valle del Duratón, que en esta época otoñal adquiere una tonalidad especial.
Los bodegueros, Teodoro Arenales y Antonio Polo, llevan casi toda una vida ligados al mundo del vino y fruto de ese tradición familiar y pasión por la viticultura nació la actual bodega hace mas de una veintena de años, en 1998.
A partir de entonces comienzan a elaborar vinos con vocación de envejecimiento en viñedos casi centenarios y otros de más reciente plantación, respetando los suelos y cultivando la viñas con mucho esmero fruto de esa pasión por el vino.
Antonio Polo y Teodoro Arenales.
El primer vino fue la añada de 1999 y en la actualidad elaboran un vino joven, el denominado Roble; el Crianza de la casa, con 14 meses en barrica y 16 meses en botella, que se caracteriza por su matiz sutil y aromas complejos, además de vinos especiales como son el Vendimia seleccionada y Reservas.
El buque insignia de la bodega es en la actualidad el Reserva de Pagos de Peñafiel de 2017, elaborado con uva tempranillo de viñedos de 65 años, de las que se han extraído las mejores reservas naturales y dan como resultado un vino con mucho cuerpo, matizado con las notas cremosas de roble y taninos muy jugosos, que es toda una delicia para el paladar más exquisito.
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