Sanidad pone en marcha un programa de atención integral al paciente con COVID persistente, destinado al seguimiento integral de las personas afectadas por este virus que han sufrido complicaciones posteriores a la fase aguda de la enfermedad, tanto relacionadas directamente con la dolencia como otras asociadas a las largas estancias hospitalarias.
Esta afección nueva y emergente, que se ha descrito con diversos términos, como ‘COVID Persistente’ o ‘Long COVID’ , es un proceso clínico caracterizado por la persistencia de síntomas más allá de las 4-12 semanas tras el contagio, independientemente de la gravedad, con una presentación de la sintomatología fluctuante o a modo de brotes generando discapacidad a quien lo padece, sin la existencia de una explicación por una enfermedad subyacente alternativa.
Se calcula que al menos un 10 % de estos pacientes no se reponen completamente y desarrollan síntomas persistentes e incapacitantes tras la infección aguda. La estimación de posibles pacientes con COVID persistente rondaría los 24.000 (un 10 % del total de afectados) en la Comunidad. Es decir, alrededor de mil personas por cada 100.000 habitantes podrían padecer COVID persistente en Castilla y León, 1.779 casos en la provincia de Segovia.
El proceso pretende, por tanto, establecer los criterios de atención para el seguimiento de los pacientes afectados por la Covid-19 a corto, medio y largo plazo, de forma que se pueda valorar la evolución y detección precoz de complicaciones, así como posibles secuelas o síntomas persistentes, para ofrecer el tratamiento más adecuado y personalizado.
Asimismo, en este proceso asistencial se han tenido en cuenta las expectativas de salud de los pacientes y la afectación que la enfermedad está produciendo en su calidad de vida, con el objetivo de que pueda desarrollarla con normalidad a nivel personal, social y laboral.
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