Vivimos en una sociedad en que la muerte es considerado un tema tabú, pero conviene recordar en esta fecha que según los últimos datos disponibles, un segoviano recién nacido tiene por delante una media de 83,5 años de vida. Y la cosa de la igualdad de género no va para con la parca, que prefiere ostensiblemente a los varones. Los hombres nacidos en Segovia tienen una vida media de 80,5 años. Las segovianas, en cambio, viven 5,9 años más, que se dice pronto.
En España, la tasa media de mortalidad fue en 2015 de 8,4 fallecimientos por cada mil habitantes. Será la dispersión rural o la dieta rica en chorizo, el caso es que en Castilla y León la cosa es notablemente peor, un 10,6. En tanto por provincias Valladolid es la que mejor lo tiene de largo, 8,6, y es que no hay nada como ser de capital. En Segovia está en un 11,27 por mil, algo mejor que con nuestros vecinos de Avila, pero peor que en Valladolid, Salamanca, Burgos y León.
Otra manera de verlo es el “riesgo de muerte”, según el INE. Dicho de otra manera qué riesgo de morir tenemos los segovianos en función de la edad. Como es lógico, la probabilidad sube cuanto más viejo se es. Así, los datos indican que la probabilidad en 2011 (últimos años disponibles) de que un segoviano no llegue a los 90 años es de casi el 59%. Hay un 37% de morir antes de los 85 y un 22% de no cumplir los 80. En realidad, las cosas se empiezan a poner mal a los 50, con un riesgo de fallecer a esa edad del 1,7%. A partir de ahí todo va a peor, claro. A los 60 el riesgo de morir es del 3%. Del 4,2% y de no jubilarse a los 65; del 7,3% a los 70, y del 12,75% a los 75, edad en la que ya resulta más que recomendable pasar por el notario.
Pero morir, moriremos todos. En un año normal, en la provincia fallecen 1.780 paisanos, eso viene a ser cinco cada día. Y a la hora de la despedida nuestros deudos se inclinan cada vez más por la incineración, que de un año para otro ha ganado un 20% de aceptación respecto a su rival, la inhumación por nicho. Con todo, la fórmula tradicional con ataúd sigue siendo la predilecta, un 60% frente a la hornacina con cenizas, que se va al 40%.
Estadística de la mortalidad en Segovia.
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