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Aprobada la nueva Ley de Montes

Pinos en resinación en los  pinares de la Comunidad de villa y tierra de Cuéllar.

Pinos en resinación en los pinares de la Comunidad de villa y tierra de Cuéllar.

El Consejo de Ministros ha aprobado, en su reunión de hoy, la nueva Ley de Montes, un texto que pretende contribuir a la conservación de la
biodiversidad, la lucha contra los incendios forestales y el cambio climático, y al aprovechamiento económico de los recursos forestales.

El Proyecto de Ley clarifica la clasificación de los montes, dividiéndolos en 4 categorías, para facilitar su tratamiento y organización y la determinación del tipo de gestión más adecuado a su naturaleza. Y pueden ser públicos (Montes de Utilidad Pública) y privados, y según desempeñen un servicio público, que es lo que condiciona que un monte tenga que cumplir unos requisitos de gestión, se diferencian los montes afectados, o no afectados por un interés general.

Esta Ley también pretende simplificar los instrumentos de gestión, y se establece la posibilidad de que las Comunidades Autónomas aprueben unos modelos técnicos de gestión, a los que se pueden adherir los propietarios forestales, que cumplan con las condiciones que marque la Administración, para que se consideren como montes ordenados.

En este mismo sentido, y con ánimo de promover la agrupación de los montes a efectos de gestión, se definen las Sociedades Forestales, que serán creadas por iniciativa de los propietarios forestales como instrumentos de gestión agrupada, sin pérdida de la titularidad, para permitir poder aplicar economías de escala en la gestión forestal.

Asimismo, en este Proyecto se incorpora la tipificación de las infracciones y sanciones correspondientes a los incumplimientos previstos en la legislación comunitaria, en materia de lucha contra la tala ilegal y la comercialización ilegal de la madera y, según ha comunicado el propio Ministerio,  se mejora la clasificación de las sanciones, para tener en cuenta como factor de ponderación de la gravedad de la sanción, no sólo el tiempo que tarda el daño causado en recuperase, sino también el coste económico de su reparación.Y por último, se sientan las bases para la elaboración y adopción de una Estrategia Nacional de Gestión Cinegética.

Fuente: MAGRAMA

Autor: Redacción Cuéllar

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