El efecto del vallado es hacer de efecto visual de barrera en las reses.
En esa cuenta atrás para el arranque de las fiestas de Cuéllar, los operarios municipales se afanan en estas fechas en la instalación del vallado en todo el recorrido del encierro. Y una de las zonas en las que se está actuando de manera especial es en la zona del embudo, donde de cara a evitar los problemas del pasado año 2015, al margen de las talanqueras de madera tradicionales, se está colocando un vallado perimetral, con una cinta roja y blanca «a modo de barrera», para encauzar el ganado desde la parte alta del embudo.
El objetivo de acotar esa zona, según explicaba el concejal de Festejos, Luis Senovilla, es «crear un efecto visual de barrera, de cara a evitar una posible escapatoria de las reses una vez lleguen a la zona del embudo». Ese «vallado» entre comillas, se extiende a ambos lados del embudo y es uno de las medidas nuevas que se han determinado para encauzar la entrada de las reses en las calles. A la vez que, como viene siendo habitual, a través de paneles informativos, se recuerda a los espectadores que queda prohibida la utilización de las talanqueras de esa zona como refugio.
Ese vallado perimetral se ha instalado a ambos lados del embudo.
En la zona del paso de Las Máquinas se ha comenzado a instalar el vallado del pasado año y resta por delimitar la zona de incorporación de los 344 caballistas, que se han inscrito para participar en esta edición de los encierros. Estos caballistas se incorporarán a la conducción del ganado tras el paso de la cañada, y harán el paso del puente de Las Máquinas por detrás del director del encierro, Pedro Caminero y de los 20 caballistas autorizados para llevar la conducción del ganado.
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