Si en la provincia se constata una perdida neta de 2399 vecinos, en Segovia capital, la situación es si cabe peor, a este ritmo, veinte años antes de que el termino «segoviano» se conjugue en pasado, sobre 2067, la capital habrá cerrado por falta de vecinos. Y es que la ciudad es el talón de Aquiles de la demografía segoviana, un sumidero demográfico que se lleva a 2 de cada 3 segovianos. La situación en Cuéllar tampoco le va a la zaga, los datos oficiales de 2014 indican que la villa perdió respecto 2013 un total de 124 vecinos, situándose en 9547 vecinos, a niveles de 2007.
En general, todas las principales localidades pierden habitantes. El Espinar, Cuéllar y el Real Sitio siguen siendo las más grandes, con un perfil demográfico llano pero con más habitantes que hace 20 años. Al igual que la provincia. El Espinar logra mantener el rápido subidón demográfico que inició con el siglo XXI. Por su parte, Palazuelos la quinta en discordia, empezó 2014 con 4.848 habitantes censados, y a lo largo del año ha alcanzado 5.070 habitantes. También crece La Lastrilla (de 3562 pasa 3605 vecinos) y Hontanares (de 1214 pasa a 1248), lo que apunta a que, en buena medida, se mantiene la fuga poblacional de la capital al alfoz, en la base de la paulatina desertización de Segovia ciudad. Una fuga, sin embargo, atenuada.
Sin embargo la razón de fondo de la caída demográfica es el envejecimiento, y muy especialmente, la huida de población inmigrante por la mala situación económica. Así, si en 2008 el saldo migratorio arrojaba cifras positivas, en 2009 hay una ligera bajada, compensanda en los años siguientes y en 2012 empieza una clara tendencia migratoria negativa, próxima al 6 por cada mil habitantes en 2013 y que se ha consolidado en 2014. El hecho de que, en general, sean jóvenes los que se van agrava más si cabe la aguda crisis demográfica segoviana.
Son datos que deberían inducir a la reflexión. La caída demográfica con una pirámide claramente truncada, incide en el cierre de escuelas, y menos capacidad para reclamar servicios adicionales en ámbitos como el hospitalario o la justicia. Toda vez que una masa poblacional menguante debería impulsar un ejercicio de realismo sobre las inversiones realmente necesarias en una provincia, con clara tendencia al envejecimiento y con un saldo migratorio negativo.
Menos gente y más vieja. Menos trabajo más emigración. Una pescadilla que se muerde la cola. Son datos que deberían inducir a la reflexión.
15 abril, 2017
Hay que hacer algo contra el problema de la población, ya que cada año hay más muertes y menos nacimientos. Al paso que va cuéllar, en 75 años podría desaparecer según mis cálculos (124 x 75 = 9300), eso si no fuese antes.
15 abril, 2017
Si deja de haber nacimientos e inmigración no?