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Jesús Eloy García de viaje por el corazón del Caúcaso

Jesús Eloy García emprende nuevo viaje.

Este verano nuestro viajero sin maletas, Jesús Eloy García, ha emprendido viaje al Cáucaso, hasta las repúblicas de Armenia y Georgia. Dos pequeños países perdidos entre los valles y mesetas de la gran cordillera del Cáucaso, con muchos picos por encima de los 5000 metros. Son una pequeña parte de la gran mezcolanza de hilos con que se han tejido los pueblos del Cáucaso desde la Antigüedad. Todavía hoy se cuentan en esta zona hasta 50 lenguas diferentes, la mayoría con orígenes diferentes y desconocidos. A lo largo de ríos y valles se entremezclan razas, religiones, pueblos y culturas…lo que ha supuesto un caldo de cultivo para infinidad de guerras a lo largo de la historia, hasta antes de ayer.

En agosto de 2008, Georgia y Rusia se enfrentaron por dominar Osetia del Sur, un pequeño territorio enclavado en Georgia. Hoy es teóricamente una república independiente, solo reconocida por Rusia. Igual sucede con el territorio de Abjasia. Pero también Armenia tiene otras dos provincias en situación parecida, como repúblicas autónomas, sin reconocer por nadie. Estas historias me hacen pensar en Cataluña. Siempre se autocomparan con Dinamarca, en una situación de independencia, pero las posibilidades de que Cataluña se situara en una tierra de nadie son bastante más comunes, según los ejemplos de Kosovo, Osetia del Sur y otras cuantas. Son datos históricos, nada más.

Aquí al lado, frente a la capital de Armenia, aunque hoy es tierra turca, se alza el Monte Ararat, donde Noé aparcó el arca y se dedicó a plantar viñas y a repoblar la tierra. Se consideran descendientes directos de Noé. Quizás por eso Armenia fue la primera nación en proclamarse oficialmente cristiana, allá por el año 301. Pronto le siguió Georgia y desde entonces el cristianismo forma parte de la cultura y de la idiosincrasia de estos pueblos. Han sido dominados y gobernados por persas, mongoles, árabes, turcos, rusos… pero siempre han mantenido su religión como seña de identidad, frente a otras repúblicas, ortodoxas o musulmanas. Así continúan hoy, ofreciendo las iglesias más primitivas y más antiguas de todo el orbe cristiano. También las más independientes de otros credos cristianos.

  • Yerevan, a la sombra del monte Ararat

En la actualidad hay ocho millones de Armenios repartidos por el mundo. Es el resultado de la gran diáspora provocada por el Genocidio Armenio, llevado a cabo por los turcos a partir de 1915. Rostros conocidos en diferentes actividades son de origen armenio, lo que muestra la vitalidad y la creatividad de un pueblo surgido a la sombra del Cáucaso. Charles Aznavour, Cher, André Agassi (antiguo Agasian), Kim Kardashian, Alain Prost, Kasparov (antiguo Kasparian), los padres adoptivos de Steve Jobs…son de origen armenio. En España tenemos al genial violinista Ara Maliquian, esperando que le concedan la nacionalidad, después de vivir en nuestro país desde 1999.

Armenia y Georgia son dos países que están fuera de los circuitos turísticos pero que conservan una buena parte de la historia de esta región del Cáucaso que ha sido un cruce de caminos hasta el día de hoy. Han vivido una historia muy similar a la nuestra. Los rostros son los mismos que podemos ver en Cáceres o en Pontevedra. Por algo los americanos nos clasifican como “raza caucásica”. Somos igual de pasionales con la música y la religión, manteniendo tradiciones y costumbres ancestrales. Incluso los georgianos han venido al País Vasco a estudiar las similitudes de su lengua con el euskera.

Ambos países están situados a caballo entre dos continentes. Nosotros los vemos ya como parte de Asia. Ellos en cambio se identifican como europeos en todos los aspectos. La cultura, la música, sus vinos y sus dioses…son los mismos que los nuestros desde el tiempo de los antiguos griegos. Por si fuera poco, una gran parte de Georgia fue denominada Iberia por los griegos, igual que la otra Iberia, que ocupamos nosotros. Ambas Iberias marcaban los límites de los territorios conocidos hasta entonces.

Autor: Jesús Eloy García Polo

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