A cada vecino le corresponde un pacjk de 6 botellas.
Este miércoles 9 de Septiembre se cumple un año, desde que los vecinos de Lastras de Cuéllar llevan sin agua potable en sus casas, fecha en la que se declaró «no apta para el consumo» el suministro de agua potable de la localidad por su elevado nivel de arsénico. Y desde esa fecha, ninguna administración, hasta el momento, ha tomado cartas en el asunto para resolver una situación que obliga a todos los vecinos de Lastras a la compra semanal de agua embotellada para el consumo doméstico.
De hecho, esa cola semanal para la compra de agua, se vuelve a repetir en esta jornada, después de celebrarse las fiestas patronales de la localidad que finalizaban en la jornada de ayer con los tradicionales partidos de pelota a mano. Y para resolver este grave problema, utilizando el símil, la pelota está en manos de la Administración, es decir, de la Junta de Castilla y León, que es la que debe garantizar el suministro de un bien tan esencial como es el agua a los vecinos de esta población.
La Corporación municipal de Lastras, ha recordado su alcalde ha hecho todo lo necesario, y ha trasladado a las Administraciones la gravedad del problema, aprobando en el pleno celebrado el pasado 11 de agosto, un acuerdo en el que solicita a la Junta de Castilla y León, la Diputación de Segovia y a la Confederación Hidrográfica del Duero, una solución al problema del agua, con la máxima celeridad, dado el malestar vecinal. Y de igual forma, se ha solicitado una solución urgente por parte del PSOE en la Diputación provincial, y a través de una proposición no de Ley que los socialistas han anunciado que van a presentar en las Cortes regionales.
Los vecinos de Lastras en la cola del agua.
Pero pasados doce meses, los niveles de arsénico no han bajado, y la única reacción oficial que se conoce han sido las buenas palabras del nuevo Consejero de Fomento y Medio Ambiente, Suarez-Quiñones, que en su visita a la provincia a finales del mes pasado señalaba que «la solución está próxima» en llegar. Y así lo espera el alcalde de Lastras, que ha señalado en declaraciones a cuellar7.com que «espero que nos den alguna solución en este mes» ya que hasta el momento «todo son buenas palabras, pero realidad ninguna». Y la solución que parece ser mas factible es la planteada por la el propio municipio para que Lastras reciba el suministro de las aguas del Cega, al igual que los municipios de la Mancomunidad de Pinares, un proyecto que tiene que recibir el visto bueno de la Confederación Hidrográfica del Duero.
Mientras llega esa solución, y la financiación necesaria para el proyecto, aproximadamente 300.000 euros, los vecinos de esta localidad vuelven esta jornada a hacer cola para la compra de agua embotellada, en una imagen mas propia de tiempos pasados. Y lo hacen con una mezcla de paciencia y de resignación, pero cada vez mas molestos y cansados, después de doce meses en esa misma situación.
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